Robótica, inteligencia artificial, ciberseguridad, Internet de las Cosas y nanotecnología son las áreas con más proyección
Los economistas Carl Benedikt Frey y
Michael Osborne, de la Universidad de Oxford, advirtieron el año pasado
que el 47% de las ocupaciones corre el riesgo de desaparecer bajo la
dictadura tecnológica que impondrán los robots, una tesis que otros
expertos y organismos como la OCDE rebaten -sólo están en peligro el 9%,
según la organización-. A la vez, algunas investigaciones apoyan la
llamada paradoja de Solow, que determina que las nuevas tecnologías no
tienen efecto en la productividad porque necesitan unas inversiones que
obedecen a unos criterios de rentabilidad demasiado elevados. En suma,
el mundo puede estar viviendo una ilusión y, pese a todo, no es capaz de
contener el pánico a que la tecnología aniquile el trabajo.
¿Lo hará? Una respuesta cerrada a esta cuestión es tan
fiable como un horóscopo. En lo único en lo que coinciden los expertos
consultados es en que el trabajo se transforma. Y lo hace muy rápido.
EAE Business School acaba de publicar un estudio que determina que los
puestos más demandados dentro de dos o tres años por grandes empresas
serán, en este orden: especialista en análisis de datos, ingeniero
informático, responsable de estrategia digital y comercial (digital).
Así de concreto. "Claramente, las dos familias más destacadas serán las
que tengan que ver con comercio y tecnología. El
big data en 2014 ocupaba la posición 20 y ha subido hasta la primera", destaca Pilar Llácer, directora del estudio.
El apellido "digital" es la nueva esperanza blanca.
"Todas las posiciones relacionadas con tecnología que se demandarán son
de reciente creación", dice. Es la reconversión de las profesiones de
toda la vida, como la del comercial, que ahora tendrá que fidelizar a un
cliente al que no le ve la cara, en un entorno
online. Muchos otros puestos están por descubrir, porque, igual
que la aplicación de mensajería Whatsapp no existía hace ocho años,
habrá tecnologías y desarrollos que no se conozcan "y que exijan otros
conocimientos", añade Llácer.
En InfoJobs, la mayor plataforma
online de intercambio de ofertas, saben que los empleos más
requeridos ahora mismo son los llamados transversales: aquellos que
todas las empresas necesitan. "Perfiles que se engloban en las
categorías comerciales y ventas; informática; telecomunicaciones y
atención al cliente, que acumulan el 56% del total de puestos
ofertados", explica Dominique Cerri, su directora. En los últimos años
han detectado una explosión del fenómeno digital en puestos como
programador, experto en
big data, HTML5, desarrollador de aplicaciones móviles o en la nube o experto en redes sociales.
A la vez, determinadas posiciones, por su volumen de
vacantes y baja competencia, son una excelente oportunidad de empleo y
una buena guía para los que quieran orientarse en el mercado laboral que
se avecina: se buscan programadores en lenguajes como J2EE, Oracle,
Java, Net, Abap o Cobol, arquitectos informáticos, programadores de
aplicaciones móviles o asesores energéticos. "Todos, excepto el último,
vinculado a energías renovables, tienen que ver con la tecnología."
Robótica, inteligencia artificial, ciberseguridad,
Internet de las Cosas o nanotecnología son las áreas más prometedoras.
Pero no todos los trabajadores serán ingenieros con varios cursos de
posgrado. En la empresa de trabajo temporal Nortempo añaden otras
profesiones más usuales a la lista. "En el horizonte 2020 la automoción y
la logística relacionada con el consumo
online absorberán la demanda de mano de obra intensiva de
cualificaciones medias-bajas", apunta Mercedes Elipe, directora. En
puestos concretos habla de atención al cliente, telemarketing
especializado, cocineros,
sommeliers, manipuladores de piezas para control de calidad en automoción, soldadores, matriceros o logística.
Las empresas tienen en sus manos este cambio. Miguel
Premoli, vicepresidente de recursos humanos en PepsiCo, avanza hacia el
nuevo rumbo laboral en multinacionales como la suya, con 76 fábricas en
todo el continente y 44.000 empleados, 2500 en España. El equipo de
marketing,
e-commerce e infraestructura digital que tienen en Europa ya
ronda las 150 personas. "Es una tendencia enorme que se va apuntalando, y
tiene que ver con cómo se comunican las marcas. Antes estaba la
publicidad, era algo estático. Ahora hay multitud de canales para los
que necesitamos reclutar un tipo de talento que antes no teníamos."
Los cambios laborales apuntan en varias direcciones,
según detalla un estudio del IESE. "Los trabajos rutinarios, ya sea
manuales, como llenar cajas, o cognitivos, como comprobar registros,
están en peligro, porque se pueden automatizar rápidamente por poco
dinero. Los no rutinarios están más protegidos: por ejemplo, sería
difícil y costoso automatizar la jardinería." La consultora McKinsey,
cita el estudio, concluye que pese al elevado porcentaje de puestos que
pueden ser automatizados, "en realidad son muy pocos los susceptibles de
serlo totalmente".
En una investigación de sistemas de autoservicio en
supermercados, por ejemplo, los profesores del IESE Alejandro Lago y
Philip Moscoso descubrieron que el empleo de cajeros en el comercio ha
crecido un 2% (de media) cada año entre 1980 y 2013. "Ésa es otra parte
importante de la historia, las computadoras no sólo reemplazan a los
trabajadores, sino que cada vez más complementan su labor, pero no
tienen por qué ser necesariamente una amenaza."
En la Cámaras de Comercio tampoco ven los cambios tan
radicales como para que puedan desbaratar de golpe la estructura
laboral. A mediano plazo, según sus encuestas, las ocupaciones más
demandadas, tanto en niveles altos como medios y bajos, corresponderán a
operadores y trabajadores cualificados de industrias y construcción
(alrededor del 13% del total de empresas contratarán estos perfiles),
técnicos y profesionales científicos e intelectuales (11,2%) y
trabajadores de los servicios de restauración, personales, de seguridad y
vendedores (10,5%).
Fuente:La Nacion
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