En una colmada Sala Caras y Caretas, artistas se solidarizaron con el ex presidente brasileño Himnos para Lula
Imagen: Leandro Teysseire
"Vamos
a tener la osadía de cantar en portugués una canción que es un himno
brasileño, en este 1 de mayo tan especial", anunció Dolores Solá, casi
como pidiendo permiso, ante la presencia en la primera fila de la ex
presidenta brasileña Dilma Rousseff. Las primeras estrofas de Romaria,
acompañadas por la guitarra de Diego Rolón, impregnaron a la colmada
Sala Caras y Caretas (Sarmiento 2037) de los particulares acordes de la
música brasileña, empujando a Liliana Herrero y a Cristina Banegas al
escenario para sumarse a los coros. Pero no serían las únicas: la
sorpresa la dio la propia Dilma, que sin titubear abandonó su silla,
encaró el escenario y se animó a cantar algunas estrofas de la canción
compuesta por Renato Teixeira y popularizada por Elis Regina. Esa
comunión entre el arte y la política bien podría ser la síntesis más
certera de lo que se vivió ayer en el "Encuentro de la cultura y el arte
por la democracia en Brasil y la libertad de Lula”, en el que artistas e
intelectuales argentinos reclamaron por la libertad de Luiz Inácio Lula
da Silva. Lo hicieron como mejor saben: cantando, recitando o
simplemente dibujando, como fue el caso de Rep. "El arte no detiene la
mano de quien humilla la vida, pero sí da conciencia del tamaño de la
herida y del porqué de semejante herida", recitó Rita Cortese a Vicente
Zito Lema, dando cuenta del sentido de la convocatoria.
"Hoy me voy de aquí con el alma lavada y enjuagada por
el arte, que es una inspiración para la vida, y los que hacemos política
debemos tener inspiración para la vida. Nosotros, que vivimos la vida
política, los movimientos sociales, los intelectuales, los artistas,
debemos tener el coraje de luchar para poder tener esperanza y soñar.
Pero además de soñar tenemos que hacer. Las consecuencias son duras,
claro. Aquí hubo 30 mil desaparecidos cuando resistieron a la dictadura.
Hoy en Brasil hay un preso político como Lula. Pero acá estamos,
combinando el arte y la política. Le dieron a Lula el mejor homenaje
posible". Con esas palabras, Rousseff agradeció las muestras de apoyo
que durante casi dos horas una veintena de artistas de las más variadas
procedencias le habían dado a ella y al ex presidente, que pese a sufrir
una detención arbitraria y sin pruebas encabeza las intenciones de voto
a presidente de cara a las elecciones presidenciales de octubre en
Brasil. Fue minutos antes de que León Gieco cerrara el encuentro
organizado por el Grupo Octubre, Página/12, Clacso y la
Umet entonando el clásico Sólo le pido a Dios, junto a todos los
artistas que expusieron su arte y su compromiso sobre el escenario.
El encuentro, que estuvo conducido por Any Ventura y Tití
Fernández, fue la respuesta que buena parte de los artistas argentinos
encontraron para expresar su apoyo al ex mandatario brasileño. La
cantante Cecilia Rosetto, acompañada por Horacio “Mono” Hurtado en el
contrabajo, fue la encargada de abrir el festival artístico que llenó el
Teatro Caras y Caretas, pese al feriado y la lluvia, y en el que se
sucedieron los gritos en defensa de la "Patria Grande", y las banderas y
los pañuelos con la leyenda "Lula libre". Tanto arriba como abajo del
escenario. “Nadie detiene el sol, nadie detiene el gallo cantor, nadie
detiene al pueblo brasileño. Lula libre, Lula presidente”, dijo Rosetto,
antes de entonar “Palabras para Julia”, el poema de José Agustín
Goytisolo.
"Lula y Dilma son los ejemplos que queremos defender. El dinero y
el poder se llevaron detenido a Lula. El poder formal nunca pudo lograr
el poder real que tiene Lula. Siempre Lula constituyó un error, un
problema para establishment. Lula preso es el mayor trofeo para las
corporaciones. Honrar a Lula, a Dilma, es homenajear la voluntad del
pueblo brasileño", leyó Ventura en su rol de anfitriona, antes de
presentar al actor Osmar Nuñez, que interpretó Las patas en las fuentes,
el poema de Leónidas Lamborghini. Otros de los intérpretes que pasaron
por el escenario fueron Gerardo Romano (que eligió recitar un pasaje
de Vientos del pueblo, de Miguel Hernández), Cristina Banegas (que se
llevó fuertes aplausos no solo por haber narrado Esperan, de Juan
Gelman, sino también por haber pedido por "Aborto legal, gratuito y
seguro") y Rita Cortese (recitó profundamente Oración de un desocupado,
de Gelman).
En una noche en la que la política y el arte se entrelazaron en
defensa de la democracia latinoamericana, donde el #HitDelVerano y el
"Volveremos, volveremos" sonaron con fuerza en la platea, Liliana
Herrero y Juan Falú hicieron una bellísima y acompañada versión
de Oración del remanso, de Jorge Fandermole. "La música y la política
son dos promesas para lograr comunidades emancipadas y libres", subrayó
Herrero, que recordó como tanto Falú como su esposo Horacio González
-sentado en la platea- fueron cobijados durante años por los brasileños
en sus exilios durante la dictadura. Palo Pandolfo, Carolina Peleritti y
Rodolfo García también ofrecieron sus canciones en modo de ofrenda a la
lucha del pueblo brasileño. A tono con su sentido del humor, que lo
llevó improvisar en portugués un poema de amor a Dilma, Horacio Fontova
hizo reír y reflexionar sobre el presente argentino-brasileño con Cuando
los negros vienen marchando. Uno de los que no pudo concurrir al
encuentro por razones laborales, pero no podía faltar, fue Víctor
Heredia, que dijo presente mediante un video en el que cantó ese
inoxidable himno a la resistencia que es Todavía cantamos.
"Compañera Dilma, y permítame que la llame con esta palabra tan
hermosa y significativa en nuestra lengua", le dijo Teresa Parodi a la
ex presidenta, sentada al lado de Ernesto Samper, el ex mandatario
colombiano. "Usted -prosiguió la cantante- es nuestra compañera y
nosotros somos compañeros suyos. Quisiéramos que se lleve toda esta
carga de amor y esperanza que pusieron mis compañeros en el escenario.
Quisiera que le diga a Lula que no nos han vencido, que seguiremos
luchando por nuestra Latinoamérica y que no nos van a detener jamás".
Parodi luego cantó La lucha, de Armando Tejeda Gómez, dando pie a la
llegada de León Gieco, que con Como la cigarra y Sólo le pido a Dios, ya
junto a todos los artistas sobre el escenario, cerró una noche en la
que el arte gritó lo suyo: ¡Lula libre! Quien quiera oír, que oiga.
Fuente:Pagina/12
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