El
“futuro del trabajo” es uno de los ejes introducidos por Argentina en
el G-20. El secretario de Asuntos Internacionales del Ministerio de
Finanzas de Brasil aseguró que la propuesta tiene un vínculo estrecho
con la reforma laboral que ellos impulsaron.
Marcello Estevao participó de la cumbre del G-20.
El
gobierno argentino propuso el “futuro del trabajo” como uno de los
temas centrales de la agenda del G-20. Es un tema vistoso pero
secundario frente a los platos fuertes del comercio y las finanzas
globales. PáginaI12 conversó con Marcello Estevao, secretario de Asuntos
Internacionales del Ministerio de Finanzas de Brasil, sobre qué
involucra este tópico laboral.
“¿Qué relación encuentra entre la idea del “futuro del trabajo” que
propuso el gobierno argentino para esta cumbre con la reforma laboral de
Brasil?”, le consultó este diario a Estevao. “Hay un vínculo muy
estrecho. Nuestra reforma intentó disminuir el grado de rigidez de las
relaciones laborales en Brasil, la cual era mala para tanto para los
empresarios como para los trabajadores. Había reglas muy estrictas sobre
las horas de almuerzo, por ejemplo. La reforma permite que las
negociaciones a nivel empresa tengan preeminencia sobre la legislación
general, siempre que se adecúe a la constitución nacional. Esto va en la
misma dirección que la idea del futuro del trabajo porque es necesario
tener mercados de trabajo más flexibles para poder adaptarse a los
shocks tecnológicos”, respondió el funcionario de Brasil. La reforma
laboral del país vecino es considerada absolutamente regresiva por las
organizaciones sindicales de ese país porque recorta mucho poder de
negociación a los trabajadores y retira derechos laborales consagrados
durante el siglo XX.
La economía de Brasil sintió cierto impacto por la suba de la tasa de
interés decidida por la Reserva Federal de los Estados Unidos, de hecho
el FMI redujo la estimación de crecimiento del país vecino de 2,3 a 1,8
por ciento para este año. Sin embargo, se trató de un temblor de baja
escala, a diferencia de lo que pasó en la Argentina, cuya fragilidad
económica desató una crisis que el Gobierno nacional no imaginaba.
“Estamos haciendo un ajuste fiscal y monetario y tenemos condiciones de
superar el shock sin problemas. Contamos con casi 400 mil millones de
dólares de reservas internacionales después de la peor recesión en
nuestra historia. Estamos apoyando al gobierno argentino pero nosotros
no sentimos un impacto fuerte”, dijo Estevao.
Uno de los puntos fuertes de la agenda entre la Argentina y Brasil es
la negociación del acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur. “Es un
acuerdo muy importante porque el Mercosur es muy cerrado en términos
comerciales, tenemos que trabajar para tener no sólo más exportaciones
sino principalmente más importaciones en el bloque. Si se importan los
bienes que nosotros hacemos pero son muy caros, los productos nacionales
serán más baratos y competitivos. Habría un incremento de la
productividad. El proteccionismo no es bueno para nadie”, consideró
Estevao. La posición del gobierno argentino en relación al acuerdo con
la UE es incluso más entusiasta que la de Brasil, en donde los
industriales de San Pablo pudieron dilatar las negociaciones.
Frente a los temores de los industriales por la liberalización
comercial, Estevao dijo que “nosotros tenemos que actuar pensando en la
población general, no en sectores específicos. Podemos producir muchas
cosas, no necesariamente lo que estamos produciendo en este momento”.
Fuente:Pagina/12
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