Feriazo y corte de calle frente al Ministerio de Producción y Trabajo Cooperativas y pymes al borde del abismo
La
actividad fue organizada por la Confederación Nacional de Cooperativas
de Trabajo (CNCT), la Corriente Agraria Nacional y Popular (Canpo), el
Frente Barrial de la CTA y la Asociación Pyme. Reclaman políticas
públicas específicas para el sector.

Los trabajadores de cooperativas y empresas recuperadas presentaron un petitorio al ministro Dante Sica.
Imagen: Bernardino Avila
Imagen: Bernardino Avila
Con
un feriazo frente al Ministerio de Producción y Trabajo, miles de
cooperativas, empresas recuperadas, pymes industriales y del agro
reclamaron al Gobierno medidas para defender sus fuentes laborales. La
protesta fue el cierre de otro año negro para los trabajadores
autogestionados. La caída del mercado interno, la apertura
indiscriminada de las importaciones, los tarifazos, la devaluación y la
suba de las tasas de interés los mantiene en un situación de ahogo en la
que el mejor horizonte posible pasó a ser la sobrevivencia.
“Hace tres años éramos casi ochenta socios; hoy quedamos veintiocho”,
contó Gabriela Morel en la vereda de Diagonal Sur al 600 sobre su
cooperativa. El caso ilustra bien el panorama del sector.
La cooperativa Unidos de Corazón hace cercos premoldeados, un insumo
para la construcción. Es de Florencio Varela. Nació como una cooperativa
de desocupados, de las que se crearon en el marco del Plan Federal de
Viviendas durante el kirchnerismo. Integra la Confederación Nacional de
Coopreativas de Trabajo (CNCT).
“En aquel momento pensamos en armar unidades productivas con las que
pudiéramos seguir produciendo una vez terminada la construcción de los
barrios. Creamos varias: la nuestra, otra de aberturas de aluminio, de
baldosas; también tenemos una textil.”
La entrevistada entró a la cooperativa para darle respaldo técnico,
en el marco del espacio de trabajo en común abierto por esos años con
las universidades nacionales. Es maestra mayor de obra y estudiante de
Ingeniería de la universidad de Florencio Varela. “Me enamoré de la
cooperativa y ya nunca me fui”, definió.
En la cuadra a la que da el ministerio de Dante Sica, Unidos de
Corazón montó uno de los puestos del feriazo, al que se sumó un corte de
calle.
En la movida participaron la Confederación Nacional de Cooperativas
de Trabajo (CNCT), la Corriente Agraria Nacional y Popular (Canpo), el
Frente Barrial de la CTA y la Asociación Pyme. Estas organizaciones
dejaron un petitorio al ministro Sica en el que reclamaron:
- Una ley de compre cooperativo: para participar de las compras del Estado y de la obra pública.
- Freno a la importaciones indiscriminadas.
- Tarifa de servicios públicos diferencial para las cooperativas, que vienen recibiendo facturas impagables.
- Implementación de un plan nacional de viviendas que reactive las cooperativas de la construcción.
- Reactivación de los programas para empresas autogestionadas, desarmados tras la asunción de Cambiemos.
Cooperativas y empresas recuperadas son el sector que menos
despidos tiene a pesar del escenario recesivo. La razón hace a su
identidad: nacieron como cooperativas para evitar el cierre de una
fuente de trabajo o su recuperación. En este marco, las medidas a las
que apelan incluyen todo los escalones posibles antes de la pérdida de
empleo, aunque a la crisis la sienten en la obligada reducción de sus
ingresos. Los grupos pierden integrantes. Ultimamente están apareciendo
casos en los que los trabajadores deciden de rotarse, con un mecanismo
similar al de las suspensiones.
Joaquín Fernández Sancha es secretario de la CNCT. “Llevamos tres
años de una crisis sin precedentes en el sector productivo por la falta
de políticas destinadas a las cooperativas, recuperadas y pymes”,
advirtió. Contó que vienen pidiendo, sin respuesta, una entrevista a
Sica, a la que agregarán ahora un reclamo de audiencia a Lucas Fernández
Aparicio, el designado secretario de Trabajo.
Las cooperativas del interior también mandaron sus delegaciones.
Ramón Ayala, de Resistencia (Chaco), contó la trayectoria de Inimbó.
También en este caso, la historia muestra qué es lo que se pone en
juego.
La cooperativa fue creada en 1992, en pleno menemismo, cuando la
fábrica Chacotex bajó la persiana. Inimbó –que en guaraní significa
hilo– logró atravesar los ‘90 fortaleciendo el modelo de apoyo mutuo.
En 2006 se convirtió en la primera cooperativa de Resistencia en tener
todos sus trabajadores regularizados. Con los programas de apoyo al
trabajo Autogestionado, a partir de 2010 la textil adquirió nuevos
insumos y mejoró sus instalaciones. En estos días, reducida en número,
sus integrantes se resisten a tirar la toalla. “La diferencia
fundamental con respecto a cómo estábamos hace tres años es que había
más consumo, eso era lo importante. Hoy la gente no tiene ingresos para
comprar mucho más que la comida, el consumo de textiles cayó. Y con la
importación, hay un 50 o 60 por ciento del mercado perdido. Nosotros no
venimos a pedir dinero, lo que queremos son políticas que nos permitan
trabajar. Ese es el objetivo nuestro: como cooperativa nuestro esfuerzo
es sostener el trabajo cotidiano.”
Comentarios
Publicar un comentario