La
iniciativa relanza dos elementos que formaron parte de la fallida
reforma laboral de hace dos años: un fondo de cese laboral y un banco de
horas. El Gobierno apura a sindicatos y cámaras para que apoyen los
cambios, que también reclama el FMI.

El Gobierno quiere relanzar por decreto elementos de la fallida reforma laboral.
Imagen: Leandro Teysseire
Imagen: Leandro Teysseire
El
Gobierno avanza con su propuesta para flexibilizar por decreto el
empleo en la industria textil. Como reveló este diario la semana pasada,
la iniciativa relanza dos elementos que formaron parte de la fallida
reforma laboral impulsada hace dos años: un fondo de cese laboral y un
banco de horas. Sindicatos y cámaras empresarias están sorprendidos por
el apuro que muestran los funcionarios para que sus representantes
firmen el acuerdo. Ambos actores reclaman soluciones para la profunda
crisis que afecta al sector, con cierres de fábricas y despidos masivos,
pero advierten que el paquete de medidas no paliará el principal
problema que es la falta de demanda interna. Los lineamientos serán
formalizados esta tarde durante un encuentro que contará con la
participación del ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica. El texto
que será rechazado por los gremios propone además institucionalizar en
los convenios colectivos textiles las concesiones laborales a las que
accedieron algunos trabajadores como el pago en cuotas del aguinaldo o
la segmentación forzada de las vacaciones.
“Ambos actores reconocen la necesidad de que el gobierno dicte en
forma urgente una norma o decreto, reconociendo la posibilidad de
disponer colectivamente sobre los siguientes institutos laborales”, reza
el acta que hoy será presentada para la firma de sindicalistas y
empresarios textiles. La creación de un banco de horas habilitaría a
realizar una compensación de la jornada laboral a lo largo de un año
para que el tiempo trabajado en exceso en un día se compense con menos
horas en otro. El mecanismo, que fue incluido en la brutal reforma
brasileña, permite que se establezcan jornadas de hasta 10 horas diarias
sin pagar horas extras. Mediante el banco de horas es posible
flexibilizar y aumentar la jornada laboral reduciendo los pagos
suplementarios por horas extra, que pasan a ser compensables.
Entre los puntos que impulsa entre cámaras y sindicatos el secretario
de Trabajo, Lucas Aparicio, figura además el denominado fondo de cese
laboral. El instrumento sustituye al empleador en el cumplimiento de las
obligaciones de pago de indemnizaciones por despido. La medida crea un
sistema de capitalización de fondos para un despido “asegurado”. Como
estaba redactado, el anteproyecto oficial de 2017 reducía el monto de
las indemnizaciones ya que dejaban de contemplarse para el cálculo las
compensaciones de gastos y todo rubro que carezca de periodicidad
mensual, normal y habitual.
Si bien la urgencia los inclina a analizar las propuestas del
Gobierno, los representantes gremiales consultados por este diario
sostienen que la propuesta no frenará la debacle sectorial. Las cámaras
empresarias, por su parte, no niegan que la propuesta despierta su
simpatía pero fuera de micrófono reconocen que las dificultades de la
industria residen en el desplome del consumo interno y las altas tasas
de interés. “Vamos a producir más barato los productos que tampoco
podremos vender frente a la falta de demanda”, se sinceró un empresario
ante la consulta de este diario.
A la distancia que toman empleadores y sindicalistas se suman las
objeciones legales realizadas por abogados laboralistas. “La ley de
contrato de trabajo establece un piso en materia de regulación laboral
que solo puede mejorarse por los convenios colectivos. El Artículo 245
de la ley que establece la indemnización por despido es el piso. Las
negociaciones sectoriales o individuales pueden establecer una mejor
ecuación pero nunca perforarlo como haría la implementación de una
institución como el fondo de cese laboral”, explicó Matías Cremonte,
titular de la Asociación de Abogados Laboralistas. “Existen turnos
rotativos y otras razones que alteraron el límite de ocho horas diarias
pero finalmente no pueden superarse los máximos semanales y mensuales
establecidos en la ley de jornada. Cuando uno trabaja fuera de la
jornada habitual u horas extra no pueden no pagarse”, consideró Cremonte
al referirse al banco de horas.
Una hipótesis barajada entre sindicatos y cámaras empresarias para
comprender la premura que muestran los funcionarios es la necesidad de
presentarle avances al FMI. La flexibilización laboral es parte del
paquete de reformas estructurales ofrendado al organismo multilateral.
Los próximos tramos del préstamo no solo están condicionados al
cumplimiento del ajuste fiscal y la contracción monetaria sino también a
la implementación de algunas profundas transformaciones en materia
laboral, previsional y tributaria que figuran en la agenda permanente
del prestamista. “Dada la complejidad de estas reformas, y la necesidad
de establecer un amplio consenso social a su alrededor, sería importante
comenzar pronto con el trabajo técnico y preparatorio, con vistas a
enviar proyectos al Congreso a fines de 2019”, sostiene el último
informe del organismo sobre la economía argentina que demanda “un
sistema de regulaciones laborales más balanceado”.
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