Montevideo, 15 ago (Sputnik). – Los
países del Mercosur deben ser coherentes y expresar un fuerte rechazo a
la reforma laboral aprobada en Brasil porque pone en peligro valores
democráticos, dijo a Sputnik el secretario de Relaciones Internacionales
de la Central de Trabajadores de Uruguay, PIT-CNT, Fernando Gambera.
“Uruguay, Paraguay (y) Argentina deberían ser coherentes y consecuentes con lo que acaban de hacer con Venezuela y decirle a Brasil que está yendo en contraposición de todas las cuestiones definidas en el Mercosur y que está en el límite de una aplicación de la cláusula democrática”, sostuvo Gambera.
El Gobierno de Uruguay se comunicó con su par de Brasil, que ejerce la presidencia temporal del Mercosur, para que se reúnan los órganos competentes de observar el cumplimiento del protocolo sociolaboral del Mercosur (Mercado Común del Sur) y analicen el posible impacto de la reforma laboral aprobada en ese país hace unos meses, en la competitividad de los demás países socios.
“Si vale más un acuerdo individual entre un trabajador y un empresario que una ley o un convenio, retrocedimos dos o tres siglos”, dijo la semana pasada el ministro de Trabajo de Uruguay, Ernesto Murro, propulsor de la iniciativa.
A su vez, el canciller uruguayo Rodolfo Nin Novoa observó el domingo que la reforma aprobada por el Gobierno brasileño de Michel Temer, que afecta beneficios de los trabajadores de ese país, puede ser una vía para competir en base a la caída de derechos laborales, “cosa que siempre hemos tratado de evitar”.
Si bien Gambera no quiso ahondar en la comunicación dirigida por Uruguay, consideró positivo el mensaje.
“Me parece que está bien”, dijo.
La reforma brasileña permite negociar directamente a las empresas con los trabajadores y que los contratos privados sean más importantes que los acuerdos colectivos.
Además se pueden aumentar las jornadas laborales a 12 horas sin pago de horas extra, se limitan las horas de descanso y las posibilidades de fijar las fechas de las vacaciones.
“Claramente en algunos aspectos se retrocede en más de 100 años de derechos laborales, ni qué hablar en la extensión de la jornada laboral, el no reconocimiento del horario extra, incluso la posibilidad de pagar en especies en algunas ramas, como la actividad rural”, explicó.
Para el representante del PIT-CNT en la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur, el bloque económico debe ser “contundente” en expresarle a Brasil “que está yendo en contraposición de todas las cuestiones definidas” en la declaración sociolaboral del Mercosur.
Según Gambera, esta reforma puede operar como “musa inspiradora” para que otros gobiernos adopten medidas parecidas.
“Un país como Paraguay, que está denunciado en la Organización Internacional del Trabajo por trabajo forzoso, no sé si tendrá una actitud similar”, mientras que en Argentina “ya se oyen voces a la interna del empresariado” para tomar el mismo camino que Brasil, aseguró.
La declaración sociolaboral del Mercosur fue firmada y aprobada por los cuatro países fundadores del bloque.
El Mercosur está integrado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela, suspendida luego de que los cancilleres de los países fundadores le aplicaran la cláusula democrática el 5 de agosto. (Sputnik)
“Uruguay, Paraguay (y) Argentina deberían ser coherentes y consecuentes con lo que acaban de hacer con Venezuela y decirle a Brasil que está yendo en contraposición de todas las cuestiones definidas en el Mercosur y que está en el límite de una aplicación de la cláusula democrática”, sostuvo Gambera.
El Gobierno de Uruguay se comunicó con su par de Brasil, que ejerce la presidencia temporal del Mercosur, para que se reúnan los órganos competentes de observar el cumplimiento del protocolo sociolaboral del Mercosur (Mercado Común del Sur) y analicen el posible impacto de la reforma laboral aprobada en ese país hace unos meses, en la competitividad de los demás países socios.
“Si vale más un acuerdo individual entre un trabajador y un empresario que una ley o un convenio, retrocedimos dos o tres siglos”, dijo la semana pasada el ministro de Trabajo de Uruguay, Ernesto Murro, propulsor de la iniciativa.
A su vez, el canciller uruguayo Rodolfo Nin Novoa observó el domingo que la reforma aprobada por el Gobierno brasileño de Michel Temer, que afecta beneficios de los trabajadores de ese país, puede ser una vía para competir en base a la caída de derechos laborales, “cosa que siempre hemos tratado de evitar”.
Si bien Gambera no quiso ahondar en la comunicación dirigida por Uruguay, consideró positivo el mensaje.
“Me parece que está bien”, dijo.
La reforma brasileña permite negociar directamente a las empresas con los trabajadores y que los contratos privados sean más importantes que los acuerdos colectivos.
Además se pueden aumentar las jornadas laborales a 12 horas sin pago de horas extra, se limitan las horas de descanso y las posibilidades de fijar las fechas de las vacaciones.
“Claramente en algunos aspectos se retrocede en más de 100 años de derechos laborales, ni qué hablar en la extensión de la jornada laboral, el no reconocimiento del horario extra, incluso la posibilidad de pagar en especies en algunas ramas, como la actividad rural”, explicó.
Para el representante del PIT-CNT en la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur, el bloque económico debe ser “contundente” en expresarle a Brasil “que está yendo en contraposición de todas las cuestiones definidas” en la declaración sociolaboral del Mercosur.
Según Gambera, esta reforma puede operar como “musa inspiradora” para que otros gobiernos adopten medidas parecidas.
“Un país como Paraguay, que está denunciado en la Organización Internacional del Trabajo por trabajo forzoso, no sé si tendrá una actitud similar”, mientras que en Argentina “ya se oyen voces a la interna del empresariado” para tomar el mismo camino que Brasil, aseguró.
La declaración sociolaboral del Mercosur fue firmada y aprobada por los cuatro países fundadores del bloque.
El Mercosur está integrado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela, suspendida luego de que los cancilleres de los países fundadores le aplicaran la cláusula democrática el 5 de agosto. (Sputnik)
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