De 14 gremios importantes analizados, sólo uno logró paritarias por arriba de la inflación en 2016/2017
Un
análisis de la Undav sobre las paritarias en catorce de los gremios de
mayor peso indica que en los últimos dos años sólo los aceiteros
pudieron defender con éxito el poder adquisitivo de sus sueldos.
El Gobierno pretende imponer un techo a las paritarias para este año. Habrá resistencia sindical.
Imagen: Télam
Los
gremios más grandes llegan a la actual negociación paritaria luego de
que en 2017 se hayan verificado resultados dispares en materia salarial,
que no logran compensar la fuerte caída del poder adquisitivo de 2016.
En el acumulado de dos años, los textiles y gastronómicos se llevaron la
peor parte, con una merma acumulada en términos reales de casi el 10
por ciento del salario. Una de las herramientas que permitió en varios
casos apuntalar el salario fue la cláusula gatillo, que el Gobierno
pretende reemplazar por un compromiso de revisión del acuerdo al cabo de
nueve meses. El techo que quiere imponer el Ministerio de Trabajo del
15 por ciento sin cláusula gatillo implica ir derecho a una nueva caída
del salario real.
El Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda
(Undav) analizó la posición salarial de catorce de los gremios más
importantes al cabo de dos años de gobierno de Cambiemos, con niveles de
inflación del 41 por ciento para 2016 y de 24,7 por ciento el año
pasado. El único que logró un avance del salario real es aceiteros, que
cerró una suba del 44,1 por ciento en 2016 y del 26 por ciento en 2017.
Si se considera el diferimiento financiero entre el avance de los
precios y el cobro de las cuotas del acuerdo, la mejora acumulada en
términos reales es del 3,2 por ciento. En el gremio de la construcción,
la suba fue del 38,5 en 2016 y del 21 por ciento el año pasado, aunque
en marzo correspondería la aplicación de la cláusula gatillo para
compensar la inflación. Es decir que la pérdida acumulada sería de un
punto y medio, aproximadamente.
Ayer se refirió a la situación salarial Aldo Pignanelli, ex
presidente del Banco Central. “Estamos a favor de la cláusula gatillo
cuando hablamos de paritarias porque los salarios vienen atrasados y la
inflación subiendo, por ende esta medida defiende el poder de compra de
los trabajadores. Mientras el Gobierno actualiza los créditos con UVA
(Unidades de Valor Adquisitivo) haciendo que la deuda se ajuste por la
inflación y golpeando así el bolsillo de la gente, y a la vez les paga a
los inversores financieros también con ajuste por inflación, los
salarios son los que pierden porque pasan a ser la variable de ajuste”,
señaló el dirigente del Frente Renovador. La consultora EcoGo prevé que
este año los salarios obtendrían una suba nominal del 18 por ciento, lo
que los volvería a posicionar por debajo de la inflación, de al menos el
20 por ciento.
Para los telefónicos, el acuerdo 2016 contempló un avance del 36,4 y
del 24,5 el año pasado, con un retroceso total del 3,5 por ciento. La
Undav calculó que para los bancarios, la suba fue del 37,5 en 2016 y si
bien el acuerdo 2017 se firmó un 19,5, la cláusula gatillo que se cobró
en diciembre elevó la mejora al 22,5 por ciento. La cláusula es
retroactiva a enero de 2017 pero los bancos quieren evitar ese pago,
explicaron desde el gremio.
En gráficos, la paritaria fue del 37,5 en 2016 y del 22 el año
pasado, con una reducción del 4,7 por ciento, mientras que en comercio
el avance nominal fue del 34,3 por ciento en 2016 y del 20 por ciento el
año pasado, aunque con una cláusula de actualización firmada del 6 por
ciento en tres cuotas de dos puntos cada una. La Undav calculó que la
baja acumulada en dos años es del 4,9 por ciento. En alimentación, los
salarios subieron 36,9 por ciento en 2016 y 24 por ciento el año pasado,
lo que implica una baja de unos cuatro puntos porcentuales. Los
trabajadores rurales consiguieron una suba del 33 por ciento en 2016 y
del 23,9 por ciento el año pasado (lo que incluye una suma fija). El
deterioro acumulado es del 6,4 por ciento. Para los estatales, las
paritarias 2016 y 2017 fueron del 31,9 y del 24 por ciento (incluyendo
la cláusula gatillo), respectivamente, con un deterioro acumulado del
7,1 por ciento. En gastronómicos, el avance nominal fue de 29 por ciento
en 2016 y 24 por ciento el año pasado, un retraso del poder adquisitivo
de 9 puntos, similar al sufrido por el gremio de los textiles.
Fuente:Pagina/12
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